30 de Octubre de 2018

El viaje en bus que ya es largo de por sí se hizo mucho más largo cuando el bus se paró en la carretera. Al principio pensé que había golpeado a algo (o alguien). Después de un rato sin saber que pasaba bajé a cotillear un poco y parece que otro coche fue el que golpeó al bus y había que esperar que llegara la policía. Primero llegó un policía, al rato llego otro y parece que no era suficiente llego otro al rato. Al conductor del coche le hicieron señalar los arañazos en el bus mientras le hacían fotos. Pasado un rato llego otro bus para llevarnos a Chiang Rai mientras el otro seguía con los papeleos y el seguro.

Ya en Chiang Rai después de ir al hostel me fui a dar una vuelta por mercadillo nocturno. Es pequeño y tiene lo mismo que todos los demás.

Pegado al mercadito hay una plaza con un escenario y actuaciones y un restaurante con muchas mesas en la plaza que parece carete y por otro lado hay otra plaza llena de pequeños restaurantes y un escenario donde hacen algún tipo de espectáculo donde lo típico es pedirse fritura de pescado o hotpot. Hoy me pediré la fritura.

Preguntando y mirando en internet encuentras que hay buses locales que van a los dos templos por un precio muy barato, lejos de los tours o minibuses de turistas. Me subí al primer bus para ir al templo blanco.

El templo blanco… es una completa ida de cabeza del artista. Por fuera hay otros templos y uno con unas cabezas llenas de tornillos, clavos, … muy de peli de miedo. También colgando de unos árboles las cabezas de robocop, batman, y otros superheroes.

Al inicio hay un como un lago muy gore lleno de cientos de manos esqueléticas que representa el infierno.

Luego viene el puente con sus dos gigantestos guardiantes y que simboliza el paso de la muerte a la vida con la reencarnación.

Ahora toca pasar la puerta del cielo

para entrar al Ubosot, la parte central. Que no dejan hacer fotos. Pero aquí al artista se le vuelve a ir la cabeza y mezcla pinturas tradicionales con superheroes y naves espaciales…

El templo muy blanco, original y bla bla bla, pero yo no me haría una decoración así en mi casa. El templo está hecho para atraer turistas y lo consigue bien. Y todos los que vamos ahí es para hacer la foto y el selfie.

Para volver a la ciudad en el bus local me tube que esperar un buen rato que volviera a pasar. Desde la estación de buses me subí a otro que me acercaba al templo Azul. En este autobus había un hombre que llevaba unos 6 gallos dentro de cajas. Yo escuchaba un gallo y pensaba que era un teléfono hasta que me fijé en las cajas… y el hombre se rió al ver mi cara. Llegado a templo azul te reciben dos cabezas de dragón gigantes y cuando las pasas ves el templo azul. A mi me pareció más bien la «rotonda con el templo azul» porque los coches pueden entrar y darle la vuelta de muy cerca.

Este templo es tradicional, aunque también hecho, o reconstruido, con la única intención de atraer turistas a la zona pero con menos éxito que el blanco.

Dentro del templo te recibe un gran Buda blanco.

Aquí viene mucho menos turista, y también se quedan menos tiempo así que es más fácil tener una foto solo.

Por la noche me di una vuelta hasta la torre del reloj a ver si había algo interesante que ver pero poco más

y me volví al mercadillo y pedirme el hotpot que es una olla con agua y un plato con verduras y fideos y según pidas carne y/o pescado para que lo vayas cociendo a tu gusto en la olla. Muy bueno.

En Chiang Rai también me recomendaron mucho ir hacia las montañas donde se puede ver paisajes bonitos. Pero yo quiero ir hacía otro pueblo en otras montañas del norte.