22 de Marzo de 2018

Hoy voy a ver la ciudad de Aveiro, la «Venecia portuguesa». Las espectativas con ese nombre y comentarios que he oido son altas, así que he sido muy crítico con esta ciudad. Nada más bajar del tren el puesto de información estaba cerrado y ya eran las 10am, eso ya me dio la impresión de que igual no tienen mucho turismo lo que a su vez me dice que igual no es tan bonito. Con eso empiezo a buscar blogs que hablen sobre la supuesta «Venecia», encuentro un blog en español que habla bien de la ciudad y me vuelvo a animar, sigo la ruta que van describiendo un rato porque enseguida veo que debemos estar en Aveiros diferentes. Cierro a estos blogeros de postureo y busco más opiniones reales y no tardo en encontrar a otros que describen lo que es, un nombre con marketing detras y una ciudad que es bonita y debe ser turística en verano, pero ni de lejos para compararla con Venecia. *Si eres de Valencia Port Saplaya me parece más bonito.

En cuanto llego al canal lo primero que veo es un centro comercial y un canal que podría ser perfectamente artificial, zero atractivo. Lo sigo hasta acercame a la desembocadura y me voy fijando en los moliceiros (los barcos) que tienen pintados bonitos dibujos en general y me fijo también que los barqueros el único esfuerzo que hacen es manejar el motor con una mano mientras miran el móvil con la otra.

Decido buscar el centro histórico a ver si al menos por ahí salvo las horas invertidas en el viaje, pero tampoco, y ya decidido volver al tren. Volviendo le doy otra oportunidad al canal-centro-comercial y ahora lo veo de otra manera, sobretodo porque entré a comprarme unas gafas de sol. Llego hasta el final del canal y vuelta a Porto.

No digo que la ciudad no sea bonita para vivir, pero el apelativo de Venecia le queda grande y salvo que sea verano o ya no te quede nada que hacer en Porto descartaría esta visita.

Lo que más me ha gustado de esta «Cullera portuguesa» ha sido la fachada de la estación y unos grafitis.