26 de Marzo de 2018

Después de dar un último paseo por Óbidos me subí al bus que me llevaba a Lisboa. Donde visitaré a mi amiga Luisa.

Lisboa es grande y hay que ir con más calma, así que en los próximos días visitaré el barrio de Baixa y Alta, el barrio de Alfama, Belém, el Cristo y los miradores.

Conocer a alguien en el lugar lo hace todo más fácil y por supuesto la alegría que supone ver una cara conocida durante este viaje, que van a ser pocas veces las que pase esto. Por eso la mejor parte de visitar Lisboa es la parte de visitar a mi amiga Luisa. Y el plus de de eso es poder socializar con sus amigos y poder ir a escuchar Fado con ellos, cosa que quería hacer desde Porto.

El primer día, después de andar durante varias horas, me acerco a la Plaza del Comercio por la Rua Augusta y un japones tocando la guitarra llama mi atención, tiene un cartel que dice que está dando la vuelta al mundo con su Harley que tiene aparcada junto a el. Empezó en Japón, ahora está en Portugal y después se dirige a Marruecos! Hablamos un rato y nos animamos en nuestros respectivos viajes.

Lisboa es una ciudad grande y se nota la diferencia con Porto y las otras ciudades de Portugal por donde he pasado, mucho más pequeñas y que concentrar lo «turistico» en poco espacio. El barrio de Alfama me recuerda un poco a Porto, pero reconozco que, fotograficamente hablando, Porto es mi ciudad favorita de Portugal.

Veo muchos edificios en obras por el barrio de alta y baja. Zonas bonitas que tienen mucha vida y turistas. Espero que los pisos turísticos en los que seguramente se conviertan muchos mejoren la economía pero no hagan mucho daño a la vida local como en Barcelona.