08 de Mayo de 2018

Llega el momento de dejar Marruecos, hoy voy en tren hasta Casablanca y mañana a Tunéz.

Ya es medios día y apenas llego a mi airbnb salgo rápido para llegar a la mezquita de Hassan II antes de que se haga de noche.

Ando unos 40 minutos hasta llegar a la mezquita, por suerte hice caso a los que me decían que la ciudad no tiene nada interesante salvo la mezquita, que hay que reconocer que es impresionante pero aún así no creo que tanto como para venir solo a verla.

Vuelvo a la casa y voy a dormir que mañana sale el avión y dicen que tengo que estar pronto y no se los horarios del tren. Por la mañana me levanto con tiempo, espero que los otros huespedes se duchen y me meto yo. No hay agua caliente. Aviso al propietario y me dice que espere un poco que lo tienen que traer, parece que aquí viene un experto a cambiar las bombonas. Pasa el tiempo y no viene, el propietario baja a avisar al técnico pero ya se me hizo tarde y una ducha fria te despierta en un segundo. Salgo rápido para la estación y hago la cola para comprar el ticket mientras veo en la pantalla que está saliendo el tren al aeropuerto. El siguiente pasa una hora después, aún llegaría con una hora y poco de tiempo para pasar controles y facturar. El tren va con retraso, bien! menos de una hora para todo lo que recomiendan hacer en 3 horas.

Llego al aeropuerto y rápido paso el primer control. Hay poca gente. Paso el segundo y voy a mi ventanilla a facturar. Paso el siguiente control y ya estoy dentro con tiempo de sobra.