26 de Agosto de 2018

Llegué a India. Desafortunadamente no podré cumplir unos de mis puntos importantes que era ser voluntario en un ONG (en una de esas donde no tienes que pagar una fortuna además de trabajar) pero el viaje sigue y si no fue aquí será en otro lugar.

Antes de llegar a India solicité alojamiento por couchsurfing y entre varias ofertas elegí la de un chico que se ofreció a hacerme de guía y darme alojamiento en su casa. Yo esperaba como me ha pasado antes un modesto piso y dormir en un colchón en el suelo, pero esto ya es India. Aterricé a las 5am en el aeropuerto de Mumbai (Bombay) sin apenas dormir y esperé que llegará Yash a recogerme. Fuimos a su casa en tuktuk por carreteras inacabadas y maltratas y sin ser hora punta ya con gran tráfico. Por suerte no hice caso a mi primera, y muy condicionada por el cansancio, impresión porque está ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en India. Edificios que requieren reformas urgentes, un candado que hacen de cerradura de la puerta principal, ropa tendida por todas partes, colchones por el suelo, varios jóvenes indios que me miran con extrañeza al entrar, esto es la cocina, esto el baño, en este cuarto puedes dormir, colchones en el sueño, 2 jóvenes medio dormidos me miran, este colchón es para tí. Estoy muy cansado y necesito dormir. Mi cabeza no puede parar de pensar si he hecho bien en quedarme aquí, si soportaré este país, si la visa de Nepal,… pasan 2 horas, y apenas he dormido 15 minutos y solo puedo pensar en buscar un hostel, pero también que eso sería feo por mi parte y que un punto de este país es conocer a la gente de aquí.

Me levanto y le pregunto a Yash si quiere ir a ver algún lugar y decide que un buen lugar es una fortaleza a una hora de camino. Yash, que se dedica a las webs también, su amigo Jasmin, actor de cine que ha protagonizado algunas películas de Bollywood y yo empezamos nuestro primer día de turismo en Mumbai. Tras un tren y un tuktuk llegamos a la vieja fortaleza abandonada de Vasai.

Nuestra siguiente parada fue el parque natural de Sanjai Gandhi. Hay una cuevas que son patrimonio de la UNESCO pero Yash y Jasmin estaban cansados y les gusta poco andar y no llegamos hasta ellas. Decidimos volver a casa lo que a mi también me iba bien para intentar dormir pronto y sinceramente el parque tampoco era nada especial.

Aunque desde el momento que sales del aeropuerto se ve esa pobreza, la suciedad y todo lo malo de lo que la gente dice de India no te haces una idea real hasta que ves realmente que nivel de basura y pobreza que hay en la calle. Cerca de casa de Yash vi varias familias que viven en la calle, ocupando un trozo de la acera, su único techo es un toldo y su colchon un cartón. Los niños juegan desnudos con una botella de plástico. Cuando te das cuenta que eso es algo cotidiano en una gran ciudad de India y que tener lástima o darle unas rupias a esta familia no solucionará nada cuando son incontables las familias que viven en condiciones así.

En la casa viven unos 6-8 jóvenes que comparten alojamiento y habitaciones. Todos son de otras ciudades pero residen en Mumbai al tener sus trabajos ahí. Mumbai es la capital económica del país y cada día millones de personas van y vienen. Yash es un informático que se dedica a internet pero que tiene el sueño de convertirse en viajero y me hace muchas preguntas al respecto esperando que le de la fórmula secreta, pero yo le intento responderle sabiendo que el nunca ha viajado fuera de India, podría decir que aún no sabe realmente lo que es un viaje largo y que es evidente que su sueño está condicionado por las fotos e historias maravillosas que ve y lee en instagram y otros blogs. Es gracioso. Si fuera tan fácil todos viviríamos en paraísos haciendonos fotos continuamente. Yo no creo que pudiera aguantar una vida de viaje permanente. Jasmin por otro lado ya está casado y tiene una hija. Lo que me resulta más curioso que siendo así viva tan lejos de ellos pero el tiene otro sueño, seguir en India y convertirse en una gran estrella de Bollywood.

En mi segundo día visitamos el centro de Mumbai. Imponente edificios de la época Británica en India, grandes avenidas, tráfico y un ruido de tráfico, claxons, gente, cielo gris, entre otras cosas. Ya tengo claro que no me gustan las grandes ciudades de India. Llegamos a uno de los puntos más turísticos de la ciudad, la puerta de India.

Un enorme arco construido para celebrar la visita del rey Jorge V y su esposa. Mientras estoy leyendo la placa un hombre se acerca y empieza ha hacerme preguntas, de dónde soy, porqué elegí India, qué he visto ya y dónde iré, puedo hacerte una foto? me das tu teléfono?… ok a la foto y amablemente le digo que tengo prisa. Esto no es nuevo ni me pasa solo a mi. Junto a la puerta esta el palacio Taj Mahal reconvertido a hotel de lujo.

Yash y Jasmine no son mucho de andar, visitamos varios edificios más de la época Británica, en especial la estación de tren, y volvemos a casa. Ya llevo aquí 2 días y la lluvia me resultan un poco incómoda. Voy a empezar a subir hacia el norte esperando que llueva menos.

Hawai Bombay son dos paraísos cantaba Mecano. Mumbai está lejos de ser un paraíso pero el centro me pareció interesante para recorrerlo 2 días más afondo de lo que yo hice. Sin duda para mi lo mejor de Mumbai fue la convivencia con Yash y Jasmine estos días y su hospitalidad va a ser algo que recordaré siempre.