24 de Septiembre de 2018

Contraté el bus que me llevaría a Khatmandu con el hostel y el señor mayor me acompañó hasta la parada y se aseguró que tomaba el correcto. Un grupo de harekrisnas y/o de gente muy alegre se puso a cantar y saltar. Primero danzaban en círculo y luego dando saltitos entre los autobuses, uno hacia algo y el resto le imitaba.

Las 2 primeras noches me quede en un hostel medio caro en la zona de Thamel, la mejor zona para alojarse. Nada más dejar mis cosas en mi cama un gracioso alemán pasó y me dio la bienvenida con mucha alegría y me preguntó si ya había probado la hierba de aquí. El chico creo que la había probado ya lo suficiente como para alcanzar otra dimensión. Cogí la cámara y me fui a dar una vuelta por los alrededores. La primera impresión no fue buena, viniendo del tranquilo Pokhara me recordó a una gran ciudad de India, trafico loco, tierra en el aire que no deja respirar, vendedores y taxistas que te acosan, …

A la vuelta otro español llegó a la habitación y el alemán también le dio la bienvenida al lugar. Carlos lleva 5 años fuera de España, un día se fue a ver mundo y termino siendo capitán de barco por el sudeste asiático. A Nepal llegó en bici cruzando Myanmar donde volverá a seguir trabajando.

Al día siguiente me fui hasta el pueblo histórico de Patan para ver su plaza Durban. Quise usar el bus local pero habían tantos estudiantes y tráfico que decidí ir andando una hora y media hasta allí. El camino no fue pintoresco pero siempre me sirve para ver la vida real fuera de los barrios turísticos. Me gustó callejear por los alrededores de la plaza, están poco masificados y el tráfico no es muy loco.

Antes de entrar a la plaza entre al templo dorado, la entrada es muy económica así que pagué las 100 rupias que vale para entrar.

Después ya me acerqué a la plaza. Llena de templos aunque algunos afectados por los terremotos y quizás por eso tiene una entrada tan cara solo para entrar a la plaza, 1000 rupias.

Hay unos guardas que vigilan que especialmente los turistas despistados tengan su ticket. Yo les saludé y me invitaron a sentarme con ellos, aunque después de un rato y unos selfies seguí mi camino porque no hablaban ingles, crucé la plaza así como silbando…

Hice el camino de vuelta andando otra vez y después de toda la mañana andando el pie me empezó a doler bastante, creo que me hice algo en Pokhara.

Por la tarde me di unas vueltas por Thamel y el lugar empezó a gustarme bastante, unas sonrisas y un no para los taxistas y vendedores de toda clase de cosas y sigues andando. Una vez te acostumbras es más manejable que India. Hasta echaba de menos el ajetreo de esta zona cuando salía de ella.

Por la noche fui a cenar con Carlos y hablar de nuestros viajes y como te abren la mente. Magnifica su experiencia de vida y sus sueños futuros, quizás un día le saque una foto al tigre blanco de Nepal.

Al día siguiente me cambié a un hostel bastante más económico para mis últimas 3 noches y me fui andando hasta el templo de los monos que apenas son 30 minutos. Una vez llegas una escalera de 365 escalones espera para llevarte a uno de los lugares más chulos de Kathmandu y la entrada también es bastante económica, 200 rupias.

Aunque hay más palomas que monos y más turistas que palomas el templo es muy bonito y hay muy buenas vistas de la ciudad.

A la vuelta me pasé por la plaza Durban de Kathmandu. También se debería pagar 1000 rupias. Creo que aquí se nota más el efecto de los terremotos en algunos edificios pero alguno templos molan bastante.

En mi último día coincidía que había una festividad en la plaza Durban y por la tarde me acerque para hacer unas fotos. Misión imposible. Había tanta gente que no se si hacían algo o repartían dinero. Agrupaciones de jóvenes llegaban con tambores y tocando algo que supongo era música pero la verdad que entre tantos grupos era más ruido que otra cosa. Imposible moverse y después de un rato intentando ver algo y dando vueltas como un tonto me volví al hostel.

Al aeropuerto me fui con 3 horas de adelanto con intención de sentarme en una cafetería con wifi y adelantar el blog. Muy mala idea porque me pase 1 hora y media esperando que me dejaran facturar. El aeropuerto es muy pequeño, no tiene nada, pocos viajeros y el control se pasa muy rápido…